Sobre todo, en tiempos de crisis y aumentos descabellados en los precios, esperar a que sea indispensable cargar el tanque de nafta es moneda corriente entre los argentinos. Además de traer el riesgo de llegar al momento en el que ya es demasiado tarde y la estación de servicio está demasiado lejos, esperar a último momento para cargar el tanque y usar la reserva puede dañar la mecánica del auto. ¿Por qué? Por un lado, porque la bomba necesita un flujo constante de combustible para no dañarse y, si el nivel del tanque es muy bajo, empieza a aspirar aire, algo que la obliga a hacer un mayor esfuerzo que acelera su desgaste. Por otro, porque la misma bomba cuenta con un filtro que retiene impurezas y, con el tiempo, estas se depositan en el fondo del tanque. Cuando la carga de nafta es baja, se acumulan y concentran y pueden obstruir el filtro y terminar por afectar al motor. Por otro lado, como el líquido recircula termina calentándose, esto en los motores diésel hace que baje la viscos